Creo que es un error analizar el fenómeno "Podemos" desde una perspectiva política clásica, dado que, en gran medida, es una exaltación de la pretendida "antipolítica", que, además de la sociología franquista ("Usted haga como yo, no se meta en política") representa el ariete de una clase social cuyo imaginario político ha estado siempre en los centros comerciales, incluyendo en ellos, claro está, las tiendas de "comercio justo".
A la oposición "arriba/abajo", suficientemente simplificadora y capaz de atraer a gente diversa que siempre "ha pasado" de la política (puesto que el pensamiento político amenazaba sus aspiraciones de llegar arriba), le sucede otra aún más reveladora: la oposición "nuevo/viejo". Esta simplificación es quizá más eficaz para el reclutamiento y el rearme "argumental" de sus seguidores y ello por dos razones. La primera, obviamente, es que no requiere ningún esfuerzo racional: lo que yo defiendo es "bueno" porque es "nuevo". Nótese que "bueno" y "nuevo" son palabras con fonemas idénticos, ordenados de modo distinto. Además, defender lo nuevo me permite desautorizar a todos aquellos que sostienen argumentos políticos racionales por el simple hecho de que llevan tiempo haciéndolo. Así, entramos de lleno en el imaginario colectivo o en el inconsciente de estos "nuevos militantes": la moda. Hablamos de miles de jóvenes y no tan jóvenes a quienes la moda, en sus mil variantes, ha acostumbrado a asimilar lo pasado (aunque sea un pasado reciente o inmediato) como "desechable", mientras lo "nuevo" se asimila con el progreso, concretamente, el progreso de la "manada" de la que forman parte o aspiran a formar parte. No todos los sujetos que participan de la moda comparten el mismo estilo: evidentemente, hay desde compradores de boutiques más o menos exclusivas hasta compradores-activistas de tiendas de "comercio justo". ¿Es casual el tan comentado vestuario de Pablo Iglesias y su referencia a un centro comercial concreto? ¿Es casual que ese vestuario haya sido imitado por todos los hombres de Podemos es sus apariciones públicas? ¿Y los tuits de Tania sobre los dulces de otro centro comercial conocido y popular?
Por último, recordemos que el acceso de las "clases medias" a "la moda" está facilitado por otro invento relacionado con la sobreproducción capitalista: las rebajas. El acceso a la ropa a través de las rebajas es el paradigma que explica el entusiasmo de la clase media "venida a menos" con las "rebajas" del discurso político que ha asumido como propio. Es, de nuevo, su identidad.
Me encanta el artículo. Brillante y certero
ResponderEliminarMuchas gracias, camarada.
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